Adicciones
Padecer un trastorno adictivo supone un alto grado de sufrimiento personal y familiar que, habitualmente, se extiende durante una larga cantidad de años en la vida de una persona, generando daños importantes en diferentes aspectos: psicológico, familiar, laboral y social.
La adicción a sustancias (alcohol, drogas, fármacos) o las adicciones comportamentales (juego, apuestas, sexo, comida, compras, trabajo, nuevas tecnologías, etc.) son “una forma de arreglárselas con el mundo”, una manera de relacionarse con uno/a mismo/a, con los/las demás y con la vida. Para una persona adicta podemos afirmar que realmente la sustancia o la conducta no es el problema, que su problema es su modo de afrontar la vida.
Si tienes dificultades con alguna sustancia o comportamiento, es importante que sigas un tratamiento psicológico, a través del cual puedas reconocer las motivaciones para continuar manteniendo la adicción y los conflictos personales que te llevan a recurrir a la sustancia o el comportamiento, así como descubrir nuevas maneras de relacionarte contigo, con los demás y con la vida y sanar todas aquellas facetas de tu vida que van destruyéndose conforme pasa el tiempo.
La duración de la psicoterapia depende de la persona y de su evolución, pero sí podemos afirmar que es un proceso a largo plazo, ya que implica “deconstruir” una forma de vivir y de relacionarse y construir una nueva manera de hacerlo. Por mi práctica en el tratamiento de adicciones, sé que es un proceso complejo, que necesita de la participación, no sólo de la persona directamente afectada, sino de algunos de sus familiares, así como de la intervención en diferentes ámbitos de la vida de aquélla, por lo que trabajo junto a un coterapeuta, Manuel Sánchez Iglesia, que está presente durante las sesiones terapéuticas y además puede realizar un seguimiento fuera de las mismas tanto al afectado/a como a la familia. Es Integrador Social y acumula una larga experiencia en el acompañamiento y tratamiento de personas adictas. Como equipo terapéutico trabajamos juntos desde 2016.
Las sesiones, que pueden ser semanales, quincenales o mensuales, dependiendo del momento del proceso, tienen una duración de entre 50 y 60 minutos.